jueves, 9 de diciembre de 2010

La tecnología no es neutra, tampoco los medios, los contenidos dados por los profesores, ni los trabajos de los alumnos.

El desarrollo de la tecnología está directamente ligado a los medios de comunicación. Las nuevas tecnologías generan un enorme y nuevo negocio por el que todos los sectores capitalistas pelean por apropiárselo.

Para empezar a hablar sobre los medios de comunicación y particularmente sobre este video creo que necesario recordar la imposible neutralidad de la tecnología y por ende, de los medios de comunicación. No es casual que veamos este video en el momento en que se encuentra en debate la llamada “ley de medios”, promovida por el gobierno nacional. Este video es una producción del canal estatal con, por lo menos para mí, una clara intención, promover la ley de medios. Los medios responden a los intereses de distintos sectores, no hay neutralidad. Están en el centro del la escena social y política. Influye en las campañas electorales, en las ideologías.

El estado se vale de cuantiosas sumas de dinero y de elementos para decir que la ley de medios significa la democratización de los medios de comunicación, la eliminación de los monopolios, el avance de los medios comunitarios, la pluralidad de voces. Además, de la misma manera ataca a los monopolios mediáticos empresariales con los cuales tuvo acuerdos durante la mayor parte de su gestión. Me surge aquí la pregunta de que si es posible que un gobierno que paga la deuda externa con la plata de los jubilados, que salva y subsidia con los fondos públicos a los grandes monopolios, puede ser el impulsor de la democratización de los medios de comunicación del país. Del mismo modo me pregunto si una mayor estatización de los medios significa la democratización de los medios o por el contrario, se utilizarían los medios para orientar la opinión pública hacia los intereses sociales del estado. La actual ley de medios de la dictadura, llamada así aunque tiene más tiempo en democracia que en dictadura, como la nueva ley de medios mantiene a los trabajadores como rehenes de los patrones, ya sea el estado o las empresas. La nueva ley no está escrita desde los intereses de los trabajadores de los medios sino de los empresarios. Al obviar los derechos de los trabajadores la ley permitirá, de aplicarse, despidos en masa.

El Estado representa el órgano de opresión y dominación de la clase dominante. Su dominio de los medios no puede otra cosa que apuntalar ese régimen contra los trabajadores. En todos los países donde el Estado se apropio de los medios de comunicación las consecuencias fueron nefastas. Los trabajadores y las corrientes de oposición, incluso las que defienden el propio régimen burgués, fueron silenciados. Se estableció, así, un discurso único desde el poder. No es casual que la dictadura haya mantenido los canales de TV en sus manos, para evitar que se filtre información contraria a sus intereses.

La función histórica del Estado es proteger las relaciones sociales existentes (en este caso concreto las capitalistas). La intervención del Estado en los medios de comunicación refuerza el monopolio ideológico y la manipulación del capital.

Los que luchamos por la independencia política de la clase obrera del gobierno que se reclama “nacional y popular” afirmamos que la única forma de que los trabajadores puedan conquistar realmente su libertad de expresión es mediante el desarrollo de sus propios medios de comunicación (la prensa obrera, radios, canales, etc.). Pero esta evolución depende enteramente de la conciencia de los propios trabajadores y no de un 33 % tramposo establecido por una ley del actual sistema.